Entrenando+Libre

Era una hermosa mañana , perfecta para alejarse de todo el mundo para entrenar un poco en sus artes alquímicas, de las cuales nunca era bueno que vieran ojos extraños y aun mas, necesitaba ir a un lugar tranquilo para evitar que sus experimentos fueran a molestar a alguien. Por lo que esa mañana, Fye y Momo se despidieron del pequeño pueblo que había estado sirviendo como base secreta de sus investigaciones, y de aquella habitación.

Para así luego caminar por largo tiempo alejándose lo mas posible de algún pueblo y guiándose por un libro de runas mágicas que poseía en su poder, el joven fue capaz de encontrar el lugar ideal para su entrenamiento del día.
Luego de poner su campamento y una mesa en donde ubico todos sus mecanismos algunos un tanto curiosos, pues echaban humo otros giraban sin cesar y otros simplemente hacían ruido, era como el laboratorio de un científico, de los cuales no existían copias en este mundo, debido a que muchos de los mismos habían sido creados por el propio Fye y otros simplemente eran copias o replicas de los que poseía el maestro del joven.

Luego de colocarse sus lentes color rojo, la única pieza que el joven poseía de un color llamativo, comenzó tomando muestras de la tierra en la que se encontraba, sonrió al ver que luego de unos segundos la muestra se volvía de un hermoso color anaranjado. Eso quería decir que se encontraba cerca de su destino, no estaba seguro donde conseguiría "aquello" pero para eso debía de volverse mas experto y controlar mejor sus habilidades. Como solía decir su maestro "No existen coincidencias en este mundo, solo lo in nevitable"

Momo salio de su bolso sonriendo como siempre y se subió a la cabeza del joven rubio y dijo con su vocesita tan suave y dulce:-Fyeeee..!! donde estamos...?? vamos a empezar...??
El joven miro encima de su cabeza y sonrió dulcemente mientras cerraba el libro que tenia en sus manos y comenzaba a escribir en un bloc de notas:-si...no te preocupes, estamos cerca de lo que queremos...

La pequeña criatura que se encontraba en la cabeza del joven alquimista, no era ni mas ni menos que un Homunculus, una criatura creada a partir de la propia magia, sangre y experimentos de Fye, con la ayuda de su maestro Fye habia sido capaz de lograr algo casi imposible con la alquimia, una forma de vida racional.